He sido muy malo
estos últimos tres meses con respecto a escribir en el blog. De hecho,
he sido bastante malo para todo durante los últimos tres meses, con excepción
de cambiar a un bebé, bañar a un bebé, recordar la letra de viejas canciones de
cuna, y ayudar a Amanda a dormir lo suficiente.
La gente me pregunta
qué nueva música he estado escuchando, y en lo único que puedo pensar es en los
50 More All-Time Children's Favourites de Wally Whyton (que tenía en LP
cuando era pequeño y que recientemente descargué en MP3) y en las Old
English Nursery Rhymes de Ellis/Laycock/Broadside Band (las cuales sólo
puedo poner cuando Amanda no puede escucharlas, aunque calman al bebé como si
fueran mágicas). A nadie parece interesarle mucho mi opinión sobre pañales
(cuando usamos desechables, usamos los de bambú de Andy Pandy, ¡no! ¡Regresa!
Yo solía ser interesante...) o sobre ropa de bebés (soy un gran fan de
la línea de ropa magnética de Magnificent Clothes, las cuales te permiten
levantarte por la noche y cambiar al bebé sin tener que despertar lo suficiente
como para comprender cosas complicadas como broches o botones o velcro) o...
Terminé la enorme corrección de un libro que saldrá en mayo, llamado THE VIEW FROM THE CHEAP SEATS. Es una colección de mis obras de no-ficción. No es cada discurso, introducción o artículo que he escrito, pero sí son todos los discursos que parecían importantes, todos los artículos de los cuales aún estoy orgulloso, todas las introducciones que parecían ser sobre algo más grande que sólo decirle a la gente sobre el libro o el autor que iban a leer. (Kat Howard ayudó tanto: revisó los archivos, leyó todo, y tomó la decisión inicial sobre qué debería ser incluido o no. Luego suspiraba cada vez que yo cambiaba de parecer o recordaba una pieza que faltaba que había escrito sobre algo).
Estoy
como tres meses atrasado ahora, en todo. Y estoy preparando una nueva
novela en mi cabeza, la cual debía empezar la próxima semana, pero que
puede tardar hasta tres meses mientras termino las cosas que la gente
está esperando.
Ayer fue nuestro quinto aniversario de bodas. Fue un día tranquilo, con mucho amor. No tuvimos que sacrificar al bebé a los Dioses-pez, o mandarlo al espacio en un intento por salvarlo de este planeta condenado antes de que estalle. Estoy profundamente agradecido a esta hermosa, brillante y amable madre, mi esposa y amiga y compañera y amor. No cambiaría una sola cosa.
Vale todo el sueño que he perdido.
Y trataré de ser un mejor blogger, en los siguientes meses, y un peor usuario de Twitter y Facebook y Tumblr.
Gracias por seguir aquí.